Conquistadores de destino

Josman Proudinat | 2024-06-23

La fe se manifiesta en acciones visibles hacia lo invisible, la actitud refleja la fe interna, la sabiduría guía a la prosperidad, y la obediencia asegura el cumplimiento de las promesas divinas.

El libro de Josué inicia con una transición crucial: Moisés ha muerto, y Josué toma el liderazgo del pueblo de Israel, que ha vagado 40 años en el desierto debido a rebeliones y falta de fe. Solo Josué y Caleb sobrevivieron de la generación que salió de Egipto. Ahora, el pueblo está a punto de entrar en la Tierra Prometida, pero deben conquistarla mediante la fe.

El punto central es que toda promesa de Dios requiere ser conquistada por medio de la fe, que se refleja en acciones. La generación anterior no pudo entrar a la Tierra Prometida porque no tenía una fe activa y expectante. En contraste, la generación de Josué mostró una fe de conquista.

Dios define el perfil de un conquistador a través de cuatro características esenciales:

Fe: Dios le promete a Josué que estará con él como estuvo con Moisés. La fe de Josué se prueba cuando debe cruzar el río Jordán con el pueblo. Solo cuando ponen el primer pie en el agua, el río se abre. Esta acción demuestra que la fe se activa con pasos visibles hacia lo invisible.

Buena actitud: Dios instruye a Josué a ser fuerte y valiente, obedecer las instrucciones de Moisés, y no desviarse ni a la derecha ni a la izquierda. Una buena actitud refleja la fe interna y es crucial para superar los desafíos. La fortaleza y valentía, junto con la obediencia y la perseverancia, son esenciales para mantener una buena actitud.

Sabiduría: Dios le manda a Josué meditar en la ley día y noche. La sabiduría divina guía a la prosperidad y el éxito. Es vital entender que las instrucciones de Dios no son restricciones arbitrarias, sino una guía protectora y benevolente para la vida.

Obediencia: La obediencia es el resultado de caminar en fe, mantener una buena actitud y aplicar la sabiduría. Dios le asegura a Josué que prosperará si obedece Sus mandamientos.

En resumen, el libro de Josué nos enseña que para conquistar las promesas de Dios, debemos tener fe activa, mantener una buena actitud, adquirir sabiduría divina y obedecer las instrucciones de Dios. Estos principios no solo aplican a Josué y el pueblo de Israel, sino también a nuestras vidas actuales.

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