Avanza por fe
Josman Proudinat | 2024-06-16
Necesitamos avanzar con valentía, confiando en Dios más que en las circunstancias visibles. Para recibir la abundancia prometida por Dios, debemos obedecer y actuar por fe, dejando de lado el miedo y confiando en Sus enseñanzas.
La comparación entre Moisés y Josué muestra dos formas de liderazgo: Moisés, que seguía señales visibles, y Josué, que avanzaba basado en la palabra de Dios. La generación de Moisés vivía por vista, mientras que la de Josué vivía por fe. Josué, a diferencia de Moisés, no buscaba señales visibles sino que confiaba en las promesas de Dios.
Para avanzar hacia las promesas de Dios, es necesario dejar de lado el miedo y confiar en la fe. Los espías enviados por Moisés temían a los enemigos, mientras que los espías de Josué regresaron con confianza. La generación de Josué no se dejaba intimidar por los obstáculos visibles, sino que confiaba en la victoria prometida por Dios.
La transición de la provisión suficiente a la sobreabundancia se logra siguiendo la sabiduría de Dios. La generación de Moisés recibía maná suficiente, mientras que la de Josué disfrutaba de la abundancia de la tierra prometida. La prosperidad requiere fe y obediencia a las enseñanzas de Dios.
La generación de Josué dio pasos arriesgados basados en la fe. Mientras que Moisés cruzó el Mar Rojo después de ver el camino abierto, Josué y su generación entraron al río Jordán antes de que las aguas se detuvieran. Dios espera que demos pasos de fe para abrir el camino.
Dios nos llama a vivir por fe, a cerrar el ciclo de la vista y avanzar confiando en Sus promesas para ver Su provisión y milagros en nuestras vidas.
Últimas Predicaciones
Derribando los muros
Los obstáculos en nuestras vidas, como problemas financieros o relaciones rotas, representan "muros" que debemos superar para cumplir las promesas de Dios. La historia de la caída de los muros de Jericó muestra que la fe y la obediencia a las instrucciones divinas, aunque a veces parezcan ilógicas, son esenciales. A través de la perseverancia y la obediencia, incluso cuando no vemos resultados inmediatos, podemos derribar estos muros. La vida de Jesús, quien venció el pecado y la muerte, ejemplifica cómo, mediante la fe y la obediencia, podemos superar cualquier barrera y alcanzar las promesas divinas.
Se acabó el maná
Para recibir grandes bendiciones, debemos adoptar la mentalidad de semilla, valorando las oportunidades que Dios nos da para crecer y fructificar. Jesús es un ejemplo de semilla plantada, cuya muerte produjo una abundante cosecha de salvación. Las bendiciones mayores requieren esfuerzo y fe en el proceso.
7 enemigos de la conquista
Las promesas de Dios requieren conquista, como ilustrado en el pasaje bíblico donde Dios expulsa siete naciones para que Israel tome posesión de la tierra: Cananeos, Hititas, Heveos, Ferezeos, Gergeseos, Amorreos y Jebuseos. Alegóricamente, estas naciones representan siete espíritus que impiden alcanzar nuestro destino. Cada nación simboliza un obstáculo: los Cananeos representan pecados persistentes, los Hititas el temor paralizante, los Heveos el veneno del chisme, los Ferezeos la falta de construcción, los Gergeseos la superficialidad, los Amorreos la rebeldía y los Jebuseos el abuso de los vulnerables. Solo con la intervención divina podemos expulsarlos y avanzar espiritualmente.